Consejos prácticos contra la alergia

En esta época del año los alérgicos al polen comienzan a tener síntomas que les generan malestar. Y hay que recordar que, aunque no seamos alérgicos, esta situación puede cambiar de repente. Es decir, podemos empezar a desarrollar alergias sin previo aviso.

A continuación ofrecemos algunos consejos para minimizar los efectos de esta molesta situación:

1. Consulte frecuentemente la concentración atmosférica de granos de polen para saber a qué atenerse. En términos generales, 50 granos/m3 de aire se considera una cantidad reactiva capaz de comenzar a producir síntomas, aunque dependerá también de la persona.

Como dato oríentativo hay que señalar que el polen tiende a liberarse durante el día, mientras que por la noche disminuye la producción. Por tanto, siempre que nos sea posible, es interesante intentar postergar las actividades hacia el atardecer. Por este mismo motivo hay que tener cerradas las ventanas durante el día.

No obstante, de madrugada se produce un ascenso de los niveles de polen (ello se debe al efecto de la inversión térmica nocturna), así que, procure dormir con las ventanas cerradas.

2. Durante la época de polinización intente no frecuentar lugares como parques, bosques, jardines o zonas en las que exista gran vegetación, y si lo hace no olvide llevar unas de sol destinadas a proteger la conjuntiva ocular.

3. Recuerde también que normalmente en días ventosos, soleados y secos el polen se extiende más.

4. Si viaja en automóvil mantenga las ventanillas cerradas y utilice un filtro antipolen en el vehículo.

5. Evite utilizar la bicicleta o la motocicleta.

6. A la hora de comer, lave o pele los vegetales frescos pues los granos de polen tienden a acumularse en la superficie.

7. Piense que durante la etapa de polinización las personas alérgicas estarán más sensibles a otra serie de estímulos como ambientadores, productos químicos, humo de tabaco, contaminación y los esfuerzos físicos.