Salvo en los casos en que la fatiga se haya convertido en algo crónico o consecuencia de alguna patología, la mayoría de las veces se pueden remontar con cierta facilidad.
Lógicamente si esos estados proceden de un exceso de actividad física el descanso en cantidad y calidad suficiente es crucial para reponer energías, y sí esa desgana tiene un origen psicológico o emocional habrá que ahondar en las causas y buscar soluciones de base.
No obstante, estas pautas pueden ayudarnos a remontaran bajón y a recargar las pilas:
- Aliméntate de forma equilibrada con productos frescos -frutas, verduras, etc.-que aporten nutrientes y vitalidad.
- Incorpora nueces, avena y otros cereales integrales, de efectos revitalizantes.
- Elimina las cenas copiosas y en general los alimentos grasos, cuyas digestiones son más lentas, incorpora un suplemento de Ginseng y Jalea Real. En ambos casos su uso es revitalizante, tonificante y fortalecedor del sistema inmunológico.
- Además, practicar quince minutos de relajación diaria y correr al aire libre recarga las baterias.Y como colofón... ¡regálate de vez en cuando un buen masaje!
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