La bardana es una especie muy frecuente en campos baldíos y calizos. Abundante en Europa, América y Asia, se recolecta en verano y se deseca rápidamente.
Esta planta bienal cuyo tallo puede alcanzar los dos metros de altura. Su raíz, ramificada y de color pardo, desprende un olor muy peculiar. El primer año sólo presenta hojas básales de gran tamaño. Las flores son de color púrpura y el fruto es un aquenio aplastado y de color parduzco.
Remedios con la bardana
Remedio para los problemas cutáneos
Utilizada con frecuencia en tratamientos cosméticos, se ha usado tradicionalmente como un depurativo general, aunque especialmente valioso para combatir las afecciones de la piel, como eccemas y dermatosis.
Remedio para las digestiones
Su función colerética -pues aumenta la producción de bilis- la hace aconsejable en el tratamiento de problemas hepáticos, pero es más eficaz como digestivo y laxante suave.
Remedio para combatir las varices
Debido a su ya mencionada actividad depurativa, puede ser útil a la hora de tratar afecciones relacionadas con el sistema circulatorio, especialmente varices y hemorroides.
En aplicación externa es especialmente eficaz para calmar las molestias derivadas de las úlceras y heridas supurantes. También posee efectos diuréticos, por lo que puede aplicarse en el tratamiento de la gota y la litiasis renal.
Curiosidades
Antaño, en algunas zonas rurales, se consumían las raíces jóvenes una vez hervidas; en tanto que tostadas constituían un sustitutivo del café.
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